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El Poder en la Palabra. 1 Tesalonicenses 1.



No importa cuán bonito hable o predique una persona la verdad es que el mensaje de Jesucristo no impacta por el poder que el hombre le imprima en su predicación o por la forma espectacular como enseña lo que impacta y sobre todo transforma vidas es el poder de Dios a través de su espíritu en la persona que comparte.
La preparación secular es muy importante pero no determinante en una predicación en público lo que sí es verdaderamente determinante es la unción que se puede tener de parte de Jesús. Dios respalda su palabra con milagros y prodigios.

Moisés creía que el mensaje que llevaría a faraón dependería de su forma de hablar y esto a él le preocupaba ya que él era tartamudo.
Excusas de Monises para no servir.
1. ¿Quién soy yo? Éxodo 3: 11 “Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel?
2. Y Si me preguntan por ti que les diré. V 13 “Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?
3. No me creerán 4: 1 “Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido Jehová.
4. Yo soy tardo para hablar y torpe de lengua. 4: 10 “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.
A otro que le preocupaba su manera de hablar era a Jeremías. Él se creía muy joven. Jeremías  1: 6 “Y yo dije: ¡Ah! ¡Ah, Señor Jehová! He aquí, no sé hablar, porque soy niño.
¿Cuál es tu excusa para no querer servir a Jesucristo?
El Apóstol Pablo reconoce que su manera de hablar no procede de él sino del espíritu santo de Dios. 1 Tesalonicenses 1: 5 “pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.
Resultados de una palabra con el Espíritu Santo.
1. Los que escuchan la palabra se vuelven imitadores de quienes la comparten. V 6 a “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor,
2. A pesar de las tribulaciones la palabra es aceptada. V6 b “recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo,
3. Quien escucha  palabra se vuelve ejemplo de vida para los demás. V 7 “de tal manera que habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.” solo el espíritu de Dios es capaz de transformar vidas. Cuando alguien predica sin tener el respaldo de Dios solo son palabras talvez muy bonitas que emocionan por un momento pero nada más su vida sigue siendo igual
4. Todo el que escucha el mensaje de Dios se convierte en un instrumento útil para la obra de salvación. V 8 “Porque partiendo de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que nosotros no tenemos necesidad de hablar nada
5. la palabra que proviene del Espíritu Santo nos convierte en servidores de Jesucristo y no en tan solo espectadores de un bonito discurso humano. V 9 “porque ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero
No seas tan solo un espectador más en algún lugar llamado templo dispón tu corazón para que el espíritu santo obre con poder en tu vida y te convierta en alguien útil para su obra maravillosa de salvación.
En un estadio de futbol puede haber miles de espectadores pero tan solo son 11 los que juegan. ¿Tú que eres Espectador en tu iglesia así se congreguen 10.000 o más o eres un servidor o alguien útil en las manos de Jesús?
En lo espiritual no importa a cuantas personas encierran en un local, lo que verdaderamente importa es a cuantos le llegas o impactas en el mundo.
Un verdadero cristiano no solo anda a tras de un milagro un verdadero cristiano se entrega de todo corazón a la obra de Dios.