16_02

Hijos de Dios. Juan 1.



Nosotros somos seres muy especiales para Dios somos su hijos el problema fue cuando Adán y Eva pecaron al ser ellos desterrados de la presencia de Dios pasaron a ser como huérfanos y lógicamente nuestra condición paso a ser deplorable alcohol, droga y muy mala condición de vida. etc.
Nada es por casualidad Jehová envió a su hijo para salvar a su pueblo pero ellos lo despreciaron. V 11 “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.” ahora nosotros podemos ser sus hijos adoptivos. Gálatas 4: 5 “para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.” 

Que necesitamos para ser hijos de Dios.
1. Recibir  a Jesús en nuestro corazón. V 12 a  Mas a todos los que le recibieron,” el acto de recibirlo consiste en dejar que el haga cambios en nuestra vida. Esto es parecido a lo que sucede cuando tu intentas descargar un programa en tu computador si no le autorizas hacer cambios no lo puedes descargar. Si no le autorizamos a Jesús hacer cambios en nuestra vida no podemos ser hijos de Jehová.
2. Creer ciegamente en Jesús. V 12 b “a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios;” este creer tiene que ir ligado del recibirlo en nuestro corazón. Creer sin permitir que Cristo actué en nuestra vida no sirve para nada ya que creer puede creer cualquiera hasta los demonios creen Santiago 2: 19 “Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
Que significa ser hijos de Dios.
1. Asumir mayor responsabilidad. Una persona que no tiene nada por nada tiene que responder pero a medida que vamos escalando son más las cosas por las cuales tenemos que responder. Cuando estábamos en el mundo nadie nos exigía ahora que somos hijos de Dios estamos en la mira de todos para señalarnos.
2. Permitir algunos cambios en nosotros. Veamos algunos cambios importantes en nosotros.
2.1. Nacer de nuevo. Juan 3: 7 “No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo.” tenemos que estar dispuestos a comenzar de nuevo. En el mundo hay un adagio que dice “Borrón y cuenta nueva
2.2. Cambiar nuestra manera de pensar. Filipenses 4: 8 “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” la forma de pensar de un pordiosero es muy diferente a la forma de pensar de un príncipe o hijo de Dios. Nuestros pensamientos deben ser de prosperidad, de triunfo y de progreso. De nuestra manera de pensar depende que tengamos una vida de éxito o tengamos una vida de fracaso.
2.3. Cambiar nuestra manera de Hablar. Efesios 4: 31 “Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.” nuestra manera de hablar debe ser acorde a lo que decimos que somos. Un pordiosero puede hablar de cualquier manera un príncipe o princesa su forma de hablar debe ser refinada y sazonada. Efesios 4: 29 “Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes.
2.4. Cambiar nuestra actitud. Nuestra forma de comportarnos dice quiénes somos y que hacemos. Filipenses 1: 27 “Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio,
2.5. Esforzarnos por ser mejores. Romanos 12: 11 “En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor;” tú no puedes pretender pertenecer a l mejor equipo de futbol siendo tú el peor jugador. Si quieres pertenecer al mejor equipo de futbol tienes que demostrar que eres el mejor jugador.
Muchas personas quieren pertenecer a la mejor iglesia del mundo pero ellos no son precisamente los mejores cristianos del mundo. Cuando un mediocre llega pertenecer a la mejor iglesia, al mejor grupo o el mejor equipo lo daña. Las instituciones son las mejores porque quienes las conforman son los mejores.
Pero sabes que es lo mejor, lo único que tú y yo tenemos que hacer es disponernos por que Jesucristo hace todo. Él nos da un nuevo corazón, una nueva mente y un nuevo espíritu para que lo podamos conseguir. Ezequiel 36: 26-27 “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra.
Que hermoso que tú y yo podamos llegar a ser hijos de Dios pero recuerda que esto no solo significa ser herederos del Reino también significa que adquirimos compromisos que nos identifican como hijos de Dios.